Nuestros hijos son descritos en la Biblia como un regalo de Dios, y es nuestra responsabilidad ayudarles a entender por qué son tan valiosos.Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!»Hay un vínculo singular en las familias que ado